Santiago Galicia Rojon Serrallonga
A ti, con quien cada instante comparto una historia maravillosa e inolvidable
Sé, por experiencia, que los instantes son pasajeros agotados e irreconocibles que esperan en la vieja estación la llegada del tren, donde se confinan para viajar hasta un destino cual forasteros desolados que finalmente se diluyen, igual que las sombras de la noche cuando son derrotadas ante el amanecer. Tampoco desconozco que al acumularse, se transforman en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años, que el tiempo utilizó solamente para grabar sus huellas en los rostros y manos de la gente, en las plantas, en las cosas, en todo lo que existe en el mundo. No olvido, igualmente, que los momentos son irrepetibles. La vida se compone de instantes, buenos o malos, que tienen contrato con el tiempo; por eso transitan inquebrantables y se llevan algo de uno. Deshilvanan las vidas a su paso, hasta que las consumen. Hay poetas que lamentan el tiempo que huyó. Prefiero no sufrir. Es más cómodo llamar a los segundos y minutos a hurtadillas, establecer alianzas y eternizarlos con sentimientos y actos de amor, alegría y bienaventuranza. Como te amo tanto y soy tan feliz contigo, deseo que los instantes efímeros no mueran vacíos, sino con la dicha de que dos seres -tú y yo- aprendimos a vivir enamorados y plenos. Pedí a los instantes se convirtieran en escalones para ascender hasta la eternidad, ¿y sabes lo que respondieron? “Seremos amigos, anticiparon, pero no olvides que somos de efímera existencia. Trataremos de llevar con nosotros el recuerdo de la historia que ambos comparten, hasta que el viento disuelva nuestra presencia; no obstante, ella y tú poseen algo que ni nuestro patrón, el tiempo tan indiferente, puede consumir o tener, el resplandor de sus almas que alumbrará el sendero hacia el cielo. Al amarse, reír, ser intensamente felices y dedicar su estancia en el mundo a sentimientos y actos sublimes, el tiempo se alejará y cuando menos lo esperen, habrán traspasado las fronteras de la inmortalidad… ¡Ah!, por cierto, aprendan a no desdeñar los segundos y minutos porque son, en verdad, el pilar de las horas, los días y los años…” Ahora que entiendo la capacidad de los instantes, me aproximo a ti, tomo tus manos, miro tus ojos y pronuncio: “me cautivas”, “estoy enamorado de ti”, “te amo”, expresiones que brotan de mi ser y que seguramente se llevarán los segundos y minutos en su memoria, con la promesa de que tú y yo caminamos hacia la morada donde lo que hoy sentimos y compartimos, se eternizará.
Intelectual, ¿te das cuenta hasta dónde llega la magia de tus letras?
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Muchos solamente desean una aventura y tú quieres amar por una eternidad. Es increíble que alguien se enamore al grado de querer una vida eterna de amor. Qué feliz debe ser la mujer que amas.
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Es envidiable una mujer a la que alguien tan especial le dedica todo su amor.
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El amor es tan hermoso que la persona que lo siente quisiera que nunca acabara, lástima que la mayoría no sabemos amar como propone el autor de este texto.
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Instantes, momentos, soplos de expresiones que construyen historias. Cada segundo, cada minuto son eso, un acto, un gesto, un signo, una señal de que estamos, de que sentimos.
Santiago, me agrada la bella forma que tiene de valorar los instantes.
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Uy, si pudiera comprar el tiempo, cuántas cosas haría y enmendaría, pero como no se puede hay que vivir con lo que se tiene. Bonito texto, me fascinó.
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Por Dios, qué textos tan hermosos he encontrado en este blog. Ahora ya sé que el autor se llama Santiago Galicia Rojon Serrallonga. Daré seguimiento a las publicaciones y me permitiré compartir algunas con todo el respeto a la autoría y a los derechos legales de los textos.
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pssstt, pssstt, soy yo, sí sí, regañada pero enamorada de un escritor bonito.
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Se vale que estés enamorada Cross. Hasta se vale, tal vez, que lo hagas saber al mundo, al escritor y a su musa. Es honesto y admirable expresar que se ama a alguien, empero hasta ahí, bonita.
Lo que no se vale, es pretender derrumbar un amor que por demás se aprecia puro, transparente y sólido. No se vale bonita Cross, que te ofrezcas a ningún hombre. No se vale que empañes con palabras chabacanas el espacio en el que el escritor no sólo declara con arte su inclinación y amor por la mujer que ama, sino en el que además comparte con nosotros pensamientos, trozos de vida y citas personales de gran valor.
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Dosis de arte, sabiduría y romanticismo.
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Tan profunda, bella y descriptiva la forma” llamar a los segundos y minutos a hurtadillas, establecer alianzas y eternizarlos con sentimientos y actos de amor”…
Que afortunada es la mujer a quien le escribes entregando tu amor.
Felicidades
Gracias por compartir tus tesoros literarios.
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Valoro tu opinión y tu saludo, Elvira. En verdad comparto mis textos con mucho gusto.
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Gracias Santiago, se nota que compartes tus valiosos textos con gusto.
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