Santiago Galicia Rojon Serrallonga
A ti, que hoy lo necesitas
¿Qué es una flor, si no un bello y dulce suspiro? ¿Qué la vida, si no un sueño fugaz? ¿Qué Dios, si no la eternidad?
Estos días de lluvia, mientras el sueño me arrastró a fronteras insospechadas, la realidad se acercó a mí para murmurar a mi oído: “despierta y levántate. Vive. Los días de la existencia son tan breves que apenas alcanzan para abrir y cerrar los ojos, sonreír y suspirar. Decide si dedicarás tus horas a la alegría o a la tristeza”. Entonces deposité en el cesto de la basura el malestar que me aquejaba, incineré los despojos de la enfermedad y la somnolencia, y decidí, en consecuencia, dedicar las horas de mi vida a hacer el bien, dar de mí a los demás, amar, ser muy feliz, reír, jugar y dispersar la dicha en torno mío. “Deja los asuntos baladíes y la ambición desmedida para los que ya están muertos”, gritó la vida, quien interrogó: “¿de qué te sirven docenas de calzado si sólo puedes usar un par a la vez?” Comprendí que la abundancia es buena, pero hay que saber compartir. “No abandones, en tu presurosa marcha, ningún terruño sin reparar el daño que hiciste. Siempre devuelve y multiplica el bien que recibiste”, insistió la vida, quien recomendó: “que tu paso sea tan bello e inolvidable, que cuando te hayas marchado perduren las flores que cultivaste y no los abrojos”. Seguí caminando y me alcanzó para susurrar: “sólo carga tu equipaje con lo necesario para ser dichoso. Saca de tu mochila de viajero la tristeza, los resentimientos, el miedo, las dudas y los remordimientos. Introduce el amor, la bondad, la risa y las virtudes”. Sonriente y agradecido, continué mi marcha, hasta que en un paraje desolado, sombrío por los tintes de la melancolía, aparecieron el tiempo y la muerte tomados de las manos, quienes exclamaron: “hoy, la vida nos ha ganado. Mientras cultives amor, alegría, detalles, felicidad y valores alrededor de ti, no morirás y sí, al contrario, habrá un resplandor tan grande y especial que será imposible acercarnos”. Y así decidí seguir mi camino, acompañado de un morral repleto de luz porque si los minutos de la existencia son breves en el mundo, mi cargamento me ayudará a cruzar los abismos para llegar a las puertas de la eternidad.
Hermoso, como todo lo que escribes, sin duda reflejo de tu alma.
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De pronto te volviste mi escritor contemporáneo favorito.
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Sigo tus textos bellos.
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Admiro tu vitalidad de escritor, eres inagotable.
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Gran escritor, creo que los editores están durmiendo. Tus obras son intensas.
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Santiago, no tienes idea de cómo tu escrito me devolvió el ánimo, creo que como escritor cumples una tarea muy importante. Muchas gracias.
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Para mi gusto, el contenido de este escrito es una verdadera joya.
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Santiago, se dice que la familia, dar, abrazar, soñar, sonreír, los amigos, la fe, amar, besar y los buenos recuerdos., son las diez mejores cosas que dan felicidad y que además, son gratuitas. Yo agregaría el pensamiento y actitud positiva de acuerdo a su publicación.
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Verdaderamente hermoso y estimulante. Es una invitación a vivir plenamente.
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Lindo, bellísimo texto.
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La vida , tan corta , un fuerte abrazo hasta donde estés.
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