El cerrojo

Santiago Galicia Rojon Serrallonga

Uno no necesita la llave del cerrojo. No importa llegar con la ropa desgarrada, el rostro sudado y las manos ensangrentadas si al final lo único que queda en uno es el brillo de la mirada y la luz que surge del interior. Carece de sentido acortar la ruta, atravesar el pie y llegar primero con una fortuna acumulada si atrás, en el camino, pisoteó uno el semblante desesperado que ansiaba alguna palabra de aliento, los labios secos que anhelaban aliviar la sed, la infancia a la que se negaron los juegos e ilusiones, la juventud a la que se tendió la trampa del desencanto y la frustración, la vejez a la que se mostró la espalda del desprecio y la indiferencia. Tiene más valor retirar la hiedra y la piedra que obstruyen el paso, dejar huellas indelebles, ayudar a alguien a alcanzar el vuelo libre y pleno, cultivar el paisaje, convertir las gotas de lluvia en estilo de vida y transformar las estrellas y las flores en detalles, que arrebatar el fruto y arrojar las cáscaras en el sendero o presumir el brillo de las cosas y superficialidades atesoradas. No importa, en verdad, arrastrarse con las llagas de la entrega ni las heridas de la batalla, si a cambio uno modificó un rostro triste por uno alegre, si del quebranto de alguien se hizo la oportunidad de una esperanza, si se arrancó el espectro del dolor, la melancolía, el resentimiento, la desdicha y el odio. Uno pierde miedo a la muerte, a la idea de la finitud, cuando mira atrás e identifica en el paisaje de la existencia incontables semblantes risueños, felices e iusionados que a la partida colocan las manos en sus corazones cual señal de que alguna vez, cuando más abandonados y tristes se sintieron, alguien los miró y abrazó sin importar las espinas. No importa, en el minuto postrero, tocar a la puerta de la morada con la vestimenta despedazada y la piel rasguñada y maltrecha porque la ausencia de atuendos y alhajas facilitará el paso de la luz interna que abrirá el cerrojo.

16 comentarios en “El cerrojo

  1. ES UNA GRAN VERDAD CORAZÓN, HAY QUE VIVIR PARA SERVIR Y DEJAR HUELLAS DE AMOR TRAZ DE NOSOTROS. QUE DIOS TE BENDIGA , EN ESTA NAVIDAD TE COLME DE PAZ , AMOR POR SIEMPRE, BESOS.

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  2. Santiago, antes que nada FELIZ NAVIDAD a ti y los tuyos también.
    Por consiguiente, tienes toda la razón lo importante es la humildad, ayudar, dejar huella y como dices ninguna joya es mayor tesoro que el interior puro de cada quien, que facilita la paz interior y el alma tranquila de que en un futuro será el pase a la eternidad.
    Muchos saludos a ambos, ( tu y tu musa) .

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  3. He leído los textos de amor, las reflexiones, los análisis, y me doy cuenta de que estoy frente a un escritor inagotable, talentoso, espiritual, inteligente y distinto.

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  4. Qué textos tan lindos que nunca bajan de calidad, siempre son hermosos, me gustan mucho. feliz navidad y que este año que viene sea muy bonito, escritor tan admirable. De verdad todo el año suspiré con esos textos tan hermosos que me causaron arrobo.

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  5. Una propuesta humanitaria muy profunda que casi nadie está dispuesto a asumir, me parece extraordinario que alguien invite a vivir la proeza de dar de sí hasta las últimas consecuencias.

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