Santiago Galicia Rojon Serrallonga
Abro los ojos, beso tu frente y te abrazo con tanta emoción, que en ocasiones, encontrándome en el mundo, creo estar en el cielo
Beso tu frente, cierro los ojos y te abrazo prolongadamente, hasta fundir nuestras almas en un crisol y sumergirnos en el silencio, donde rumores sutiles hablan y confían secretos indecibles. Cuando los detalles, las palabras y los hechos resultan insuficientes para declarar cada día un amor inagotable que se siente, se vive y se sueña hasta convertirse en delirio, estilo, medida y destino, uno recurre al sigilo para escuchar el pulso de la creación, el universo, el mundo y los corazones. Hoy, al abrazarte en silencio, el susurro de la lluvia, el bisbiseo del aire, el murmullo del océano y el trinar de las aves se diluyen en notas que se mezclan con los coros de las estrellas, el polvo cósmico y el canto de los ángeles. Es música de ensueño que viene, parece, del interior y del cielo, de aquí y de allá, de ti y de mí, de arpas, violines, liras y pianos mágicos. Al abrazarte en el sigilo de una mañana primaveral, una tarde veraniega, una noche otoñal o una madrugada de invierno, escuchamos a Dios que musita a nuestros oídos para confiarnos la fórmula de la inmortalidad y recordar que mientras el amor que ambos experimentamos sea auténtico y fiel, compartiremos la dicha de ser intensamente felices, protagonizar una historia maravillosa e inolvidable en el mundo y aspirar, por cierto, al regreso a la morada, al círculo que desconoce el principio y el fin porque todo es hoy y aquí, y si se sospecha existe en el interior, es porque se trata de la antesala de un paraíso inconmensurable. El silencio es tal, que parece que permanecemos unidos una noche interminable en un desierto, en las montañas donde caen copos de nieve o en las profundidades del mar, donde uno, al fundir su alma con otra, escucha y descifra el lenguaje de Dios y la vida. Las ráfagas penetran en uno y la paz es inmensa. Al retornar, escuchamos los rumores de la llovizna, el canto de la fuente, el lenguaje del océano, los murmullos de las cascadas y los ríos, los gritos de la vida y la creación que parecen repetir nuestros nombres y deleitarse con la magia de un amor que inicia todos los días como si fuera la primera vez. Abro los ojos, beso tu frente y te abrazo con tanta emoción, que en ocasiones, encontrándome en el mundo, creo estar en el cielo.
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¡Sin palabras de tan hermoso que está!
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Muy bella la forma de describir las experiencias más sublimes del amor.
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Envuelve en puro romanticismo.
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Romántico, muy her,oso.
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Precioso, es una pieza literaria hermosa que llega a lo hondo del corazón.
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No hay palabras para definir tanta belleza. Abrazos besos y bendiciones
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Es una suave y amorosa caricia, Escritor. Percibo tan delicada e íntima confesión, que resulta imposible no sentir en el corazón tanta emoción. Me parece un detalle maravilloso iniciar y concluir el texto con las lineas de su dulce dedicatoria, Santiago. Una delicia que se agradece.
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Nunca lo hubiera imaginado, pero recibir un abrazo prolongado y sentir un beso en la frente para después guardar silencio juntos, debe ser una experiencia maravillosa. Me gustó mucho esta propuesta de amor.
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Tan artístico como romántico.
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Qué forma de amar. Quien propone esto, ama con intensidad y de verdad, no puede ser de otra manera. Qué hermoso.
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Me transportó a sueños bellísimos, qué sensibilidad de artista para transmitir estos sentimientos tan hermosos.
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Cuánta sensibilidad para expresar el amor. Esto traspasa cualquier expresión sentimental. Lo disfruté bastante. Gracias. Muchas bendiciones y mi admiración.
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