Santiago Galicia Rojon Serrallonga
Te reconozco en lo bello, en lo que es tan tuyo y mío, en el vuelo de la mariposa, en el canto del mirlo y en los sonetos del jilguero y el ruiseñor. Te identifico en mí, en las olas turquesa del océano y en la profundidad del azul celeste, en los luceros plateados y en el dorado del sol, porque eres mi día y mi noche, mi sueño y mi vida, mi ilusión y mi realidad
Cuando digo que te amo, es porque eres la niña que un día, en mi infancia dorada, añoré y soñé una y otra vez, mientras las gotas de la lluvia deslizaban por el ventanal de mi habitación o asomaban, enamoradas, la luna y las estrellas por la mirada nocturna. Cuando recuerdo que te presentí desde la aurora de mi existencia, es porque vine de un plano mágico donde tú y yo jugábamos y reíamos. Cuando afirmo que eres mi amor, es porque a una hora ya distante coincidí contigo y me descubrí en ti y te sentí en mí. Cuando escribo tu nombre con dulzura, es porque es el mío y ambos reposan entre nuestros apellidos. Cuando escribo un poema inspirado en ti, es porque te amo y eres mi musa. Cuando te abrazo desde la profundidad y el silencio de nuestras almas, percibo los rumores del amor, las voces de la vida, los murmullos del océano y los susurros del cielo. Cuando llevo tu sabor y tu fragancia, es porque tus besos y tu perfume son cristalinos. Cuando te amo, es porque eres una dama y me enseñaron a ser caballero. Cuando aseguro que no espero a alguien más, es porque tú ocupas el hogar de nuestras almas. Cuando escribo nuestra historia, es porque estamos tomados de las manos y seguimos la misma ruta, compartimos los días de nuestras existencias y anhelamos un destino. Cuando hablo de finitud y eternidad, es porque estamos aquí, en medio del mundo, alegres y enamorados, y presentimos que si Dios tuvo la idea de reunirnos y regalarnos estos días maravillosos, otro momento la corriente diáfana y el viento etéreo envolverán nuestras almas y las llevarán hasta su morada. Cuando siento asombro, es porque eres femenina y real, es por el amor que me entregas y te doy, es por percibir en tu mirada, en tus manos, en tus caricias y en tus besos el encanto de un prodigio.
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Qué hermoso.
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Me quedé sin palabras. Mejor dejaré que fluyan las palabras del autor y no las mías. Es un poema encantador y genial.
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Magistral y hermoso, no tiene comparación. Gracias, autor.
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Me enamoran estos poemas, son tan exquisitos, inigualables y preciosos…
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Se me van las palabras me es dificil cometar, pero de algo estoy segura es que a cada una de sus lectoras nos llega al corazón cada escrito. Felicidades escritor, abrazos y bendiciones.
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Admito que nunca había leído las obras de un autor tan productivo. Santiago, no paras de escribir. Eres mágico.
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Santiago eres un caballero enamorado y detallista, tu poema es tan hermoso, delicado y sublime que imagino a tu niña, tu dama de la siguiente manera, creo será una dama feliz sonriente y muy enamorada tanto de ti como de la vida porque si no serian tan hermosos estos poemas y textos que siempre incluyen la vida de la naturaleza y de los sentimientos, y por supuesto los dos han de ser muy agradecidos a dios nuestro creador, porque así lo aseguras continuamente, creo yo es un destino y un premio de dios, su amor, bendecidos y privilegiados son por dios, felicidades.
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Tus hermosos escritos son indicativo de que amas muchísimo a la mujer a quien se los dedicas. Es increíble que alguien pueda amar tanto.
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Profundamente conmovida estimo que cada poema que publica supera de forma notable al anterior. Pondera de tal manera el amor que profesa y existe entre usted y su dama, que provoca la admiración más sublime. Escritor, su texto es elixir para el alma. Insisto, un suspiro constante; emoción inacabable, intensa dulzura, ambrosía de amor.
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Eres genial, Santiago. Tu obra es muy valiosa.
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Bello y profundo.
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Luego me pongo a pensar qué bonito ha de sentir la célebre musa cuando descubre estos textos hermosos.
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