Santiago Galicia Rojon Serrallonga
La invitación es para ti
¿Y si una noche, simplemente, rompemos ataduras cotidianas, rasgamos las apariencias del mundo, abrimos puertas y ventanas, saltamos cercas y vivimos nuestros sueños? ¿Y si al vivirlos, alguien etéreo cuelga faroles en el cielo para que alumbren y guíen nuestro camino? ¿Y si al caminar, descubrimos que la noche y el día no son las barreras que creemos, y encontramos la fórmula de la inmortalidad en nosotros, en las estrellas, en los abetos, en la lluvia, en la niebla? ¿Y si al coincidir con la fórmula de la inmortalidad, entendemos que el amor es flama que irradia luz inextinguible? ¿Y si al sabernos inmortales, jugamos a la vida y al amor? ¿Y si al jugar a la vida y al amor, definimos la ruta de la felicidad? ¿Y si al ser felices, sonreímos? ¿Y si al sonreír, compartimos una historia? ¿Y si al identificarnos en las páginas de una historia, te sabes yo y me siento tú? ¿Y si al ser tú y yo, vuelvo a declararte mi amor como la primera vez, con alegría e ilusión? ¿Y si al declararte mi amor y sentirme cautivado al mirarte, respondes que eres la dama de mi existencia y, por lo mismo, estás en mí? ¿Y si al encontrarte en mí, me percibo en ti? ¿Y si al ser uno y otro, amanece y descubrimos que los sueños se tornan en vida y que la existencia es la ilusión de mundos paralelos, donde no hay inicio ni final y el amor es canto y poesía, música y color, encanto y prodigio? ¿Y si vivimos y soñamos el amor? ¿Y si al soñar el amor, despiertas y me defines a tu lado?
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