Santiago Galicia Rojon Serrallonga
Cada hoja otoñal es una página con cierta historia que el viento lee y arranca una tarde de nubes rasgadas. Cada nube es un filamento, un sueño que el aire arrastra y desvanece, ya deshilachado, entre el cielo y la tierra. Cada pétalo es un romance, una ilusión, un poema, un recuerdo que suspira mientras las ráfagas otoñales lo dispersan y lo arrastran en remolinos, acompañado de hojas amarillas, doradas, naranjas y rojizas que las pisadas desbaratan al pasar distraídas. Cada beso y caricia otoñal son un rasguño que anticipa la presencia del invierno en la otra estación. Cada golpe que el aire de otoño da al portón y a los ventanales, es el anuncio de que se acerca a casa, a la vida, y que las horas, en el mundo, se agotan.
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Tu poesía me hace sentir el amor de Dios atreves de ti, amigo del alma.
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A mí me parece bella tu prosa poética, con la contundencia que tiene el término, ….quizás sea el único infinito a nuestro alcance…
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