SANTIAGO GALICIA ROJON SERRALLONGA
Derechos reservados conforme a la ley/ Copyright
Las letras, en el arte, son el bosque del que se desprenden hojas con mensajes inscritos desde algún rincón del paraíso. Las palabras que surgen de la inspiración, las traen los murmullos y los silencios de la creación. Las expresiones literarias, en las páginas de los libros, son, simplemente, la voz de Dios que relata guiones que aún no convierte en historias de personajes reales, notas y recados que encomienda a los artistas, a los escritores, cuando se ocupa en otros quehaceres. El arte de las letras, parece tener mucho de gotas de lluvia, envueltas en nubes grisáceas o en los colores de los arcoíris; pero también es el mar que se funde en el horizonte y besa el último crepúsculo para reflejar sus tonalidades amarillas, naranjas, rojizas y violetas. En el arte, las letras y las palabras que se escriben son, definitivamente, el tablero con los códigos del infinito, el bien y la sabiduría sin final, la vida que pulsa en cada expresión. Las páginas literarias enseñan, llevan a espacios recónditos, muestran la creación e invitan a experimentar incontables vidas en una sola existencia. La tarea de escribir es el destino y el privilegio del artista, quien permanece atento a las voces y a los sigilos del alma y del universo. El arte de escribir es para aquellos que saben comunicarse con la vida, consigo, con la creación palpitante, con la esencia inmortal.
Derechos reservados conforme a la ley/ Copyright